En un equipo de trabajo integrado por diversos géneros se ponen en juego muchas más ideas, se proponen más alternativas y finalmente las decisiones que se toman son mejores.
Verónica ¿nos podrías comentar en qué consiste el programa Ganar-Ganar de Naciones Unidas?
El programa Ganar-Ganar es una iniciativa de ONU Mujeres, la Organización Internacional del Trabajo y la Unión Europea, que tiene como objetivo el empoderamiento económico y el liderazgo de las mujeres en América Latina y el Caribe.
Cuando una mujer emprendedora escucha estas consignas se pregunta ¿cómo me ayuda esto a mí?
El programa en Argentina trabaja en el fortalecimiento de las emprendedoras y su sociabilidad para que aumenten entre ellas el intercambio de experiencias y conocimientos. Para que aumenten su relación con las mujeres empresarias de la Unión Europea y de esta manara puedan mejorar sus negocios y su inserción en el mundo de los negocios.
¿Qué complicaciones encuentra la mujer empresaria argentina para poder desarrollarse?
Las mujeres empresarias se enfrentan con muchas barreras. La principal barrera que encuentra una mujer que quiere liderar una empresa es la desigual distribución del trabajo de cuidado. Como trabajo de cuidado no sólo lo entendemos como la crianza de los niños y niñas sino también los cuidados del hogar e inclusive el cuidado de los adultos mayores u otras personas que requieran cuidado. Esta tarea está muy mal distribuida no sólo en nuestro país sino en el mundo, siendo en el caso de las mujeres una barrera para trabajar y emprender de manera independiente.
¿Qué significa la igualdad de género para Naciones Unidas? ¿Significa que en una compañía tiene que haber la misma cantidad de hombres que de mujeres?
No necesariamente. La igualdad de género significa que hay que lograr que la igualdad sea transversal. Que atraviese todas las decisiones. Esto va desde el liderazgo hasta el desarrollo de estrategias para evitar la discriminación o falta de igualdad de oportunidades para las mujeres. Tiene que ver con la selección de personal, ascensos o posibilidades de desarrollo de carreras. También debe incluir los temas de protocolos de violencia y acoso sexual en el trabajo.
En lo que tiene que ver con el mercado, buscamos dar un enfoque de género en las campañas de marketing y publicidad. Se busca romper con estos roles tradicionales donde se muestra a la mujer como ama de casa que se dedica a limpiar o que es feliz limpiando. También buscamos romper con la imagen de mujer como objeto sexual. Promovemos que se puede vender un producto y venderlo mejor con otra imagen de mujeres.
Otro tema que trabaja Naciones Unidas, es que las grandes empresas analicen su cadena de proveedores y puedan incluir a las compañías lideradas por mujeres. Las empresas lideradas por mujeres, muchas veces son más pequeñas que las lideradas por hombres o están en sectores no tan desarrollados y por eso les cuesta más presentarse a procesos de licitación complejos. Entonces, desde este programa instamos a estas grandes empresas a que simplifiquen sus procesos para facilitar el acceso, como proveedoras, a las empresas lideradas por mujeres.
Las empresas que participan de este programa ¿obtienen beneficios? ¿Qué beneficios logran?
El slogan del programa Ganar-Ganar es “La igualdad de género es un buen negocio”.
El gran beneficio tiene que ver con la diversidad en la fuerza de trabajo. En un equipo de trabajo diverso se ponen en juego muchas más ideas, se proponen más alternativas y finalmente las decisiones que se toman son mejores.
Esa es la base y hay total evidencia de que esto es así. Una empresa de auditoría nos contaba que antes tomaban solo profesionales de ciencias económicas y ahora contratan a personas que provienen de psicología o filosofía porque le aportan otros puntos de vista.
¿Cuánto tiempo puede llevar la transformación que culmine con la igualdad laboral y empresarial de las mujeres con respecto a los hombres?
Hay una estadística del Foro Económico Mundial que dice que la paridad de género en todos los ámbitos se alcanzará dentro de 200 años. Esto quiere decir que no lo voy a ver yo, ni mis hijas, ni mis nietas. Por ese motivo es que queremos acelerar.
Como mujer ¿has sentido discriminación por tu género?
Yo estudié licenciatura en Administración y recién recibida, junto a otros chicos y chicas de la misma edad, comencé a trabajar en una empresa y la diferencia en el trato era muy notoria. En primer lugar la mayoría de los jefes eran hombres y a la única mujer que había en un cargo gerencial no le prestaban atención. En segundo lugar, claramente a los hombres les daban tareas más relevantes. Y el punto de inflexión sucedió cuando ante la necesidad de buscar a una persona que viajara al interior del país a cubrir un puesto, se lo ofrecieron a mis compañeros hombres y al ofrecerme yo para viajar, me respondieron “pero vos, ¿tan chiquita?”. El detalle es que yo tenía la misma edad que mis compañeros. Evidentemente, no me consideraban para ese puesto a causa de mi género. A partir de ahí, decidí estudiar las cuestiones de género para aportar al cambio y a la transformación.
¿Cómo es tu experiencia de combinar tu vida personal con las responsabilidades profesionales?
Yo tengo la teoría de que si tenés que trabajar y vos no podés ocuparte del cuidado de los chicos o de la casa, alguien lo va a hacer. De alguna manera, la situación se resuelve. Si tenés que trabajar y vos no te podés ocupar, tu pareja lo va a hacer. El tema es vencer la “culpa” que tenemos tan arraigada.
La sociedad tiene una estructura machista y esto implica que los hombres y las mujeres tenemos estos pensamientos arraigados por eso también hay mujeres que no creen necesario acelerar estas transformaciones. Pero todo esto que venimos hablando es de mujeres que pueden elegir. Y la gran mayoría de mujeres no tiene esa opción. Son mujeres que tienen que trabajar sí o sí y las oportunidades laborales que se le presentan son muy pocas. Por eso es la necesidad de modificar el mercado laboral argentino que está tan segmentado.
¿Qué consejo podés dejar a las mujeres que luchan para lograr mayores niveles de igualdad?
Para las mujeres no es fácil. A veces, cuando vemos muchas barreras tendemos a abandonar. Así que, no hay que bajar los brazos.
Tratar de negociar para lograr los objetivos que nos planteamos.
Cambiar una sola no sirve, debemos lograr que toda la sociedad cambie. Por eso, es importante poner un granito de arena en la familia, en el entorno y en la sociedad para lograr la paridad de género.
Verónica Baracat
Responsable del programa Ganar-Ganar, ONU Mujeres en Argentina. Trabajó como consultora de organismos internacionales y asesoró a redes de defensoras de derechos de las mujeres en América Latina y el Caribe.
• Entrevista realizada por Daniela Bruno, en noviembre del 2020 en el ciclo de entrevistas “Liderazgo femenino”. La entrevista completa la pueden encontrar en wexwe emprendedoras en YouTube.